martes, 2 de noviembre de 2021

Viviendo sin ser...

 ¿Alguna vez te has preguntado qué se siente estar vivo sin ser una persona realmente?, lo más difícil, no a los ojos ajenos, a los propios.

Desde hacer algunos meses he vivido, junto a mis abuelos, la complejidad de este panorama, estar vivo, pero sentir que has perdido todas las capacidades que te hacían sentir una persona plena, o simplemente una persona.

Quienes estamos al cuidado de una persona adulta, queremos hacerles la vida más fácil, creemos que acercándoles todo les hacemos un favor, pero no entendemos que los hacemos sentir inútiles. Hace falta demasiada empatía para sobrellevar este tipo de situaciones, porque cuidar no debe significar impedir todo.

Todos los días estoy al cuidado de mis abuelos, dos personas de más de 85 años, por lo menos de 9am-7pm, lo cuál implica programar mis actividades a ese mismo cuidado. Al principio mi pensamiento era el más automatizado, tratar de acercarles todo, no permitir que se levantaran por nada, y claro, cuando están de visita en un lugar está bien, pero no para todos los días. Me costó entender que ellos sólo pedían parte de su independencia, el "dejarlos" hacer algo, no era cuidarlos mal, era permitirles ser parte de la dinámica de la casa y no sólo un mueble más.

Mi abuelo disfruta haciendo arreglos en cualquier rincón, siempre con la idea de apoyar para que se "note que hay alguien en la casa". Mi abuela has tomado como "su responsabilidad" lavar los trastes, porque le gusta sentirse productiva, doblar ropa o las cosas que su propia movilidad le permite. Ninguno de los dos puede caminar mucho o mantenerse en pie demasiado tiempo, así que me toca "hacerles trampa" cuando van a hacer alguna labor en la casa. A mi abuela le aparto los trastes, dejo algunos en el fregadero que ella pueda lavar y después yo termino con el resto. De mi abuelo, me he convertido en su chalana, enjarrando paredes, luego pintándolas o cuanta cosa él imagina, para no dejarlo sólo, para cuidarlo mientras ambos hacemos.

Me cuesta mucho trabajo, aún, entender qué es mejor para todos en casa, apoyarlos sin hacerlos sentir que ya no aportan nada. Mi mamá entiende menos que yo, tiene más fuerte el instinto de protección y jura que es mejor no dejar que muevan un sólo dedo. 

Para nadie ha sido, es o será fácil esta transición, porque parece definitivo el cambio de residencia con nosotras. Lo que queda es seguir buscando alternativas para que la vida siga caminando...

miércoles, 9 de marzo de 2016

La clasificación de la "mujer"

Ayer las publicaciones, a propósito del "Día Internacional de la Mujer", estaban por toda la red; pero lo que escuché por la noche me pareció digno de publicar, y no porque comparta la opinión de aquel personaje, sino porque reflejan esas visiones que necesitan repensarse.

En la actualidad el pensamiento religioso es punto de partida para la polémica, y este ejemplo no sería la excepción. Por ser el aniversario luctuoso de mi padre, asistí a misa y el sacerdote, entre sus peticiones "especiales" nombró a las mujeres en general. Tras la mención retomó el tema diciendo, "A las mujeres en su día, que no lo sabía pero aquí me lo pusieron...", refiriéndose a la lista de personas o menciones generales para "bendecir" en misa; tras lo que le siguió una "clasificación" de las mujeres desde la mirada católica, o la de este sacerdote en particular.

La estructura "deseable" para ser mujer, más o menos, fue la siguiente:

1) Virgen María:

Características: Mujer pura que fue virgen y madre a la vez, quien "consagró" su vida al servicio de Dios a través de su hijo. 
Esto la vuelve esa figura ideal, pero inalcanzable, para cualquier mujer dentro de esta religión.

2) Virgen cristiana (también nombrada joven cristiana o "Virgen laica"):

Características: mujer virgen que "consagra" su vida al servicio del prójimo (entre quienes destacó enfermos, sacerdotes, entre otros), y "renuncia" a los placeres, entiéndase el sexo ya que sigue siendo virgen. Es una mujer que no se casa, no por falta de deseos, sino por no encontrar al "hombre indicado" (este entendido como alguien que cree en Dios y es buen proveedor, trabajo y no llega a maltratar físicamente), y ya que no tienen hijos ni marido, debe vivir pendiente de alguien más, preferentemente de quién se involucra en su trabajo y ser una persona servicial para lograr la complacencia de Dios.

3) Madre Cristiana: mujer que "consagra" su vida a la de los hijos, y, dado que ya no es virgen, renuncia a pensar en su propia vida para estar al pendiente de la familia  en general.

Hasta aquí lo importante de ser mujer, en sus variantes, es lograr un grado de "consagración" y "renuncia" para así ser digna o "buena".

Más las "no deseables"

1) Cotorra:
Mujer que no desea casarse, que es egoísta porque piensa en sí misma, sus placeres (sobre todo monetarios y sexuales), con una carrera profesional y que no se consagra de ninguna manera a Dios. Esto la vuelve una "mujer infeliz" que en realidad debería "buscar de rodillas en la oración" la felicidad. Además es alguien que tiene demasiadas expectativas hacia una pareja, lo que la sigue convirtiendo en "egoísta".

Evidentemente las explicaciones fueron mucho más extensas y esto fue lo que alcancé a rescatar (saqué mi libreta en plena misa y escribí lo que pude).

No cabe duda que la construcción de la moralidad Cristiana, o quizá más bien religiosa en general, está en una encrucijada. sobre todo en lo relacionado al género y me parece una verdadera lástima que haya sacerdotes que presenten este tipo de ideas sobre lo que debería o no ser una mujer. Que presenten esas críticas tan fuertes a ciertos estilos de vida y se siga satanizando la libertad sexual y la toma de decisiones racionales. Porque para ellos "esta bien" que no te quieras casar, pero sólo si es por falta de un buen partido, no porque tú visualices tu vida de esa manera. "Esta bien" que trabajes y tengas una profesión, pero no para consentirte porque eso te hace egoísta, por el contrario debes de siempre pensar en alguien más porque sí. 

El mantener esta visión de que las mujeres siempre deben mantener esa parte de "renuncia" es por lo que se ha luchado durante muchos años, para que las mujeres logren tener ese papel más activo y vida propia sin necesidad de estar ligadas a algo más por obligación.

Otra cosa que me parece reprobable, es que no se preparé de forma adecuada a los representantes religiosos, pensando en una educación vinculada a la escuela, y que ellos mismos confundan conceptos tan básicos como lo "laico". Hablar de una "Virgen laica" que se debe de consagrar a Dios, por ejemplo. SI bien el concepto de laico se caracteriza a  estar alejado de lo religioso y no a ser ateo, me sigue pareciendo incongruente.


Y pues bueno, a mí no me interesa lograr clasificarme en esta lista, soy simplemente una mujer y todos los días vivo con la consigna de ser lo mejor que pueda, para mi y para quienes me rodean. Tengo la firme idea de  ser una buena profesora, y sí, apoyar a los otros, que son mis alumnos; pero también saber que trabajo y vivo para mí misma, para quererme y disfrutar el fruto de mi trabajo. Estar para mi familia, pero dar espacio a no depender y estar en una constante "renuncia" para considerar que hago lo "correcto".


Hay mucho que construir aún y este tipo de discursos me confirman que no he cometido ningún error al alejarme de la institución religiosa.